Las ganas de escribir se me han ido, las ganas de querer se esfumaron, las ganas de reír me abandonaron. Me siento triste y melancólico desde hace varios días; me siento muy sensible, como si fuera una embarazada; tengo mis momentos de euforia y risas, pero son momentos pasajeros que me dejan tan rápido como llegan. No sé qué ha pasado conmigo, las últimas semanas han sido muy extrañas para mi, creo que he vuelto a la adolescencia y cada cosa por más estúpida o simple que sea me parece meritoria de un cambio de ánimo; recuerdo que cuando era adolecente (frase muy usada por mis abuelos) yo podía convertir un estornudo en una enfermedad incurable.
Digo todo esto no sé porque, camino por la calle con mi cuaderno en la mano, 2 soles setenta en el bolsillo y muchas dudas en la cabeza. Camino no sé si lenta o velozmente, solo sé que camino pero no sé si avanzo, ¿A dónde voy? ¿Qué hago aquí? Sigo caminando, no me detengo, nada me detiene, nada me distrae yo solo estoy inmerso en mi y en mis pensamientos, todo lo demás me es ajeno, camino mirando y leyendo, escuchando y pensando. No sé qué hacer una noticia verdaderamente mala me ha chocado, me ha chocado en serio. Nunca pensé que algo así fuera a pasar, durante mucho me jugué con esto, hacia bromas y reía; pensaba que esto nunca pasaría.
¡Animal! Escucho al lado mío, una chica le gritaba a un conductor imprudente. Voltee mire y regrese a la dimensión de Diego. ¿Qué chucha has hecho Huebon de mierda? ¿Cómo llegaste a esto? ¿Ahora qué vas a hacer? “Bodega Cruz de Chalpon” “Locutorio” “Latina – Salaverry” “Talara”… palabras fugaces que llaman mi atención por alguna razón.
- ¿Qué es lo que quieres?
- ¡No sé que quiero!
- ¿Qué te pasa?
- Nada
- Sabes que no puedes mentirme
- No te miento ¿Por qué lo haría?
- Si me mientes
- ¿Tu como sabes?
- Soy tu, imbécil
Quiero llorar, quiero reír, quiero gritar, quiero callar, quiero correr, quiero sentarme; quiero una chela, un whiskey, un pucho, un wiro; quiero saltar o caer, quiero saber a dónde estoy yendo.
Camino y camino sin saber a dónde voy, ando y ando por la calle mirando y pensando. Veo la gente ir y venir, todos apurados, nadie se toma su tiempo. Los carros hacían ruido y los cobradores gritaban; en ese caos, que es la ciudad y la vida, la vi, la vi a ella magnifica como nunca, a mi lado… y yo la mire, y no deje de mirarla…
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