viernes, 24 de septiembre de 2010

Si escribiera yo alguna vez
una historia de amor,
no utilizaría yo
ni dragones, ni quimeras;
ni hechiceros, ni brujas;
ni princesas rosas, ni príncipes azules;
ni espadas, ni coronas;
ni diamantes, ni rubíes;
ni largos vestidos de boda, ni largas bodas de bien vestidos;
ni animales que hablan como personas, ni personas que hablan como animales;
ni carruajes hechos de calabazas, ni calabazas maneja carruajes;
ni brujas disfrazadas de viejecitas, ni viejecitas disfrazadas de brujas;
ni alfombras voladoras, ni voladores de alfombra de salón;
ni un lago con cisnes, ni cisnes sin lago;
ni una bella que es una bestia, ni una bestia que es bella;
ni un jorobado en Paris, ni Paris lleno de jorobados;
ni un joven con manos de tijeras, ni tijeras con mangos de hombre;
ni un pintor y una dama en un barco que se hunde, ni un iceberg sin barco que hundir;
ni una cuentista desvelada, ni mil y una noches en vela;
ni un cascanueces bailarín, ni un bailarín sin nueces;
ni Carmen la gitana, ni el cabo don José;
ni épicos amores de antaño, ni antaños épicos por sus amores;
ni rosas rojas, ni chocolates rellenos;
ni largos poemas de amores cortos, ni cortos poemas de amores largos;
ni Montesco, ni Capuleto;
ni un Romeo que muere por Julieta, ni una Julieta que se mata por Romeo.
No se requiere más para una historia de amor
que tú y yo.

1 comentario:

Bocanegra dijo...

me agrado mucho leer esto, no sabia que escribias en un blog, de haberlo sabido ya te hubiera leido mas, esta genial, sigue adelante.